miércoles, 11 de noviembre de 2009

pared del pinito

Hemos pintado las paredes.
No es la primera vez ni será la última. Pero esta vez he descubierto como es capaz de hablar una pared muda, blanca, cuando se transforma con un mensaje visual impactante y colorista. Otras veces hemos pintado las paredes del patio con multitud de colores y hemos creado espacios mágicos de los que todos hemos sido espectadores y hemos sabido darle acogida, jugando entre sus imágenes o disfrutando de ellos como mera decoración, así tenemos el Bosque de los sueños o las puertas del patio y hemos tenido la Cueva bajo el mar o el Campo de flores que ya han sido repintadas. Aquí hemos descubierto un mensaje conceptual que ha provocado el efecto deseado.
Habíamos detectado una moda nueva en el cole, jugar a hacer el pino, ya sabéis, ponerse boca abajo y con los pies en la pared, pero con multitud de variantes, en pareja, de forma flexible, haciendo el puente... Estuvimos los maestros y maestras durante un tiempo analizando los pros y los contras de este juego, viejo como la vida. En un principio les pedimos que pararan para evitar un incidente en el patio por encontrarse en zonas de multitud de juegos, les pedimos que ocuparan zonas vacías para asegurar que no se golpearan. No había motivos para prohibir pero sí para compartir espacios. A los pocos días las niñas presentan una carta al profesorado para que se les conceda un espacio para poder jugar al pino en un lugar preferente frente a otros juegos.
La asamblea de maestras y maestros analizó la petición y se les concedió un trozo de pared del patio preferencial para hacer el pino.


Desde el Aula Arte decidimos con tres alumnas y un alumno de cuarto curso buscar la manera de marcar este espacio singular, sin tener que mandar circulares a las aulas ni poner carteles, todos en el cole tendríamos que saber que era la zona destinada para hacer el pino.
Las propuestas del grupo era ponerle un nombre a la pared, "pared del pinito" propuso Tania. Adam propuso marcarlo con un letrero tal como hicimos con el "punto de reciclaje" con letras troqueladas y estarcidas con colores para seguir el mismo patrón en todas las paredes del cole. Todos exponían qué tendrían que pintar algo para llamar la atención y que quedara claro, como una señal de tráfico o un anuncio. Estaban ideando un mensaje visual, concreto y rápido de entender por todos.
Hubo sugerencias de pintar niños jugando que dijeran el mensaje con letras, como propuso Mª Victoria, fue Tania quien dio con la clave: niños haciendo el pino (parecía evidente), pero ¿Cómo? Les indiqué el tipo de pintura adecuado para pintar las paredes y los colores que ya teníamos a nuestra disposición: tomamos el azul, rojo, verde y negro.
Nos fuimos a la pared asignada con los materiales, Tania hizo el pino de un salto. Adam y Jenifer que en un principio no se atrevían a hacerlo terminaron con los pies para arriba pero no saltando, sino ascendiendo los pies por la pared, jugaron a hacer diferentes figuras, nos divertimos y terminamos dibujando con ceras la silueta que producían sus sombras en la pared. Tres siluetas separadas, en diferentes posturas, monocromas de pintura plástica y silueteadas en negro. Nos dividimos el trabajo, cada uno un color. Sin palabras, ni indicaciones, sólo las figuras.

Cuando el alumnado salió al patio, descubrieron la pared y se lanzaron a jugar al pino en ellas. Repetían las figuras representadas. Ponían las piernas tal como estaban representadas. ¡Es la pared para hacer el pino! gritó María, muchas niñas colocaban la cabeza en el suelo sobre la coloreada y las manos sobre las manos coloreadas, algunos niños se retaban al más difícil todavía.
El espacio fue claramente definido de una manera estética y bella. Le dio color a la pared y llamaba a que muchos se acercaran a probar sus propias acrobacias. Ahora, durante el recreo, esta zona poco poblada, está llena de saltos, acrobacias y diversión.

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